Versículo clave: 1 Conrintios 14:12 – Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.

Con frecuencia los pentecostales responden “las lenguas ”cuando se les pregunta cuál es el don espiritual más importante. Ya que en los grupos pentecostales se enfatiza este don. La iglesia de Corinto se sentía atraída también a este don. veremos cómo operan estos dones.

I-  EDIFIQUE LA IGLESIA

  1. Evalúe sus motivaciones 1 Corintios 14:15

El texto al que solemos llamar “el capítulo del amor” está situado entre los capítulos en que Pablo habla de los dones del Espíritu. Esta no es una mera coincidencia. Cualquier don del Espíritu en el cual ministre una persona, debe estar motivado por el amor, de lo contrario Dios no es glorificado ni los creyentes son ministrados. Los cristianos debemos centramos primero en la manifestación de actitudes y obras llenas de amor, entonces estaremos preparados para que nos use el Espíritu (v. 1).  Pablo llama a los creyentes a desarrollar un profundo anhelo por los dones espirituales. Este llamado es válidos también para los creyentes de hoy. Observe que el don que Pablo identifica como el que más desea que practiquen los corintios es el de profecía. La profecía es un mensaje del Señor que es presentado bajo la dirección del Espíritu Santo.

Pablo hace un contraste entre la profecía y las lenguas, que al parecer, eran el don favorito de los corintios. Las lenguas se presentan cuando Dios usa a un creyente para comunicar un mensaje a través de un idioma desconocido para él. Pablo no estaba en contra de las lenguas; sólo quiso destacar que las lenguas en sí solo edifican a quien las habla (v. 2). Debemos hacer notar que el capítulo 14 refleja la respuesta de Pablo a un problema concreto de la iglesia de Corinto: el uso excesivo del don de lenguas sin interpretación. El reconocía que el deseo del Espíritu Santo es edificar a toda la asamblea. Por eso en estos versículos presenta un contraste entre lenguas y profecía.

En una reunión de la iglesia se debe preferir la profecía en vez de las lenguas, porque la profecía habla a todo el Cuerpo. Dios usa el don de profecía para animar y exhortar a los suyos. Es crucial que las personas entiendan lo que El les está diciendo, de manera que puedan responder de la manera adecuada (v. 3).

Hablar en lenguas nos proporciona un gran beneficio personal. Este enriquecimiento espiritual individual debería ser parte normal de la vida devocional privada del creyente. La profecía beneficia grandemente a todos los que se hallan en la congregación, incluso a los que no conocen a Jesús, porque dirige la atención de las personas a la magnificencia de Dios (v. 4). Pablo insiste en que no se trata de que dejen de hablar lenguas; él ve como positivo un mensaje en lenguas dentro de un culto público, siempre que esté seguido de una interpretación. Todo lo que quiere es que los corintios comprendan que los dones espirituales tienen una razón de ser dentro de la iglesia local: edificar a los demás y dar a conocer la voluntad de Dios. La persona que profetiza ofrece un mejor medio para alcanzar este fin, que quien da un mensaje en lenguas sin que haya una interpretación(v.5).

2- Busque claridad I Corintios 14:6-12

Dios usa sobre todo dones como el de ciencia, el de profecía y el de revelación para enriquecer el pensamiento de la congregación. Pero la comunicación en lengua desconocida no beneficia a toda la congregación (v. 6). Un instrumento musical puede producir notas que causen confusión, o notas que comuniquen un mensaje. Lo mismo sucede con las lenguas. Una serie de palabras desconocidas deja a la congregación en un estado de confusión. En cambio, si se interpretan esas palabras, entonces son comprendidas por todos (vv. 79).

Pablo hace notar que cuando el cometa de un ejército, que tiene la responsabilidad de levantar a los soldados, toca una tonada extraña, causa confusión. Los soldados se preguntan si deben tomarlas armas o levantarse. La función de este instrumento es darle a esos soldados una señal clara. Usado para su diversión personal mientras está de servicio podría provocar caos y frustración en los que deben beneficiarse de él. Lo mismo sucede cuando se habla lenguas en un culto de la iglesia sin que haya interpretación. Dios usará un lenguaje comprensible para comunicarse con los suyos, porque quiere que entendamos su mensaje y respondamos. Cuando Pablo habla de las lenguas y la interpretación (vv. 10-12), señala que las palabras tienen significado, pero ese significado no le es comunicado siempre a todos. Si es un lenguaje desconocido, es imposible que el que habla comunique el mensaje. El resultado de esto es que los presentes en el culto se comienzan a tratar entre sí como “extranjeros” (v. 11). Hay traducciones que utilizan la palabra “bárbaro”. En la cultura griega del siglo primero, esta palabra identificaba a alguien que no era griego de raza. En esta situación, era seguro que no se podía producir una edificación, por lo que seperdería la razón de ser del don. Pablo lo dijo con claridad: Los cristianos debemos buscar aquellos dones de provecho para la iglesia entera (v.12).

II. El profeta y las lenguas

A – Ministran a los creyentes 1 Corintios 14:13-20

Si una persona habla lenguas en el ambiente de una congregación, tiene que haber una interpretación. Un cristiano no debe presentar en público un mensaje en lenguas, a menos que pueda tener la seguridad de que va a ser interpretado. La mejor manera de tener esta seguridad es que ore para recibir la interpretación. Es aceptable permitir que sea otra persona la que interprete el mensaje, pero es bueno que sea la persona que habla en lenguas la que tenga la interpretación, en caso de que no haya nadie más que las pueda interpretar (v. 13).

Pablo hace también un contraste entre hablar en lenguas en la congregación, y orar en lenguas en privado. Cuando una persona ora en lenguas, su ser interior se enriquece, pero su mente o intelecto no se beneficia. Pablo explica que hay momentos para orar en lenguas y hay momentos para orar con el entendimiento. Esto lo extiende al canto. Es adecuado en ocasiones que cantemos en una lengua desconocida, y también hay ocasiones para cantar con unas pala bras comprensibles (vv. 1415). La expresión “simple oyente” que aparece en el versículo 16 se refiere a alguien que no tiene conocimiento de lo que está sucediendo. Esto se puede aplicar a un cristiano. Como consecuencia, esta persona no se podría unir a la alabanza.

Nadie en la iglesia debe sentirse excluido (vv. 16-17). Cuando en la congregación hay personas que son “simples oyentes”, no es adecuado dar un mensaje en lenguas sin que haya interpretación, porque se sentirán como extraños, no sabrán lo que sucede. Pablo entendía a los corintios, porque él mismo también hablaba lenguas. Sin embargo, sabía que a veces tenemos que decir “no” a lo que quisiéramos, con el fin de decir que sí a los demás. Como consecuencia, para él era mayor gozo y satisfacción cuando hablaba palabras que beneficiaran a los demás, en vez de mil palabras desconocidas que solo lo beneficiarían a él. Este pensamiento refleja una madurez espiritual que debe ser evidente en quien ejerce un don espiritual (vv.18-20).

B. Ministran a los no creyentes – 1 Corintios 14:21-25

Esto no quiere decir que no haya lugar para las lenguas con interpretación en presencia de quienes no son creyentes. Pablo cita Isaías 28:11-12, donde Dios declara que a causa de la incredulidad de Israel, les enviará invasores cuya lengua ellos no podrán comprender, pero cuyas acciones harían ver con claridad que El estaba juzgando a Israel. De una manera similar, la incapacidad por parte de un no creyente para comprender, puede hablarle con claridad que está separado de Dios y necesita escucharlo que le dice. Las lenguas también pueden atraer la atención de quien no cree en Dios algo parecido a lo sucedió el día de Pentecostés, en Hechos 2.

La profecía también puede causar un impacto positivo en una persona que no cree en Cristo (vv. 2325). Si un no creyente entra a una reunión de la iglesia y oye a la congregación hablar en lenguas sin que haya interpretación, puede llegar a la conclusión de que todos ellos se han vuelto locos. En cambio, si un no creyente escucha profecías que vienen de Dios, es muy posible que se sienta asombrado y responda de manera positiva al mensaje que Dios está presentando.

III. El Eiercicio ordenado de los dones espirituales

  1. Practique el control 1 Corintios 14:26-33

Había desorden en la iglesia de Corinto, y Pablo insistió que las cosas debían cambiar. Tristemente, las escenas caóticas que se producían en sus reuniones eran producto de algo que es bueno por naturaleza: los dones del Espíritu. Todos los miembros de la iglesia llegaban preparados para participar, algunos con un salmo, otros venían listos para enseñar, y otros traían unas palabras de revelación. Muchos hablaban en lenguas y daban la interpretación. Pablo no quería acabar con aquello, siempre que todo se hiciera en orden y para bendecir a todos (v. 26).

Es importante que los cristianos reconozcamos que la participación de la congregación era lo normal en los primeros tiempos de la Iglesia. Las iglesias sanas animan a los creyentes a prepararse para la adoración de alguna manera que fuera beneficiosa para el cuerpo.

El caos que se producía en la iglesia de Corinto era consecuencia de que los miembros no practica ban el amor cristiano. Estaban tan emocionados en cuanto al ejercicio de los dones, que en vez de que hubiera orden y edificación, había confusión. Pablo estableció reglas que los ayudarían a mantener una conducta ordenada en las reuniones de la iglesia. Les dijo que limitaran el ejercicio de los dones de lenguas e interpretación a tres veces por culto, y que ejercitaran sus dones de una manera ordenada. Si una persona quería hablar en lenguas, tenía que haber interpretación. De lo contrario, esa persona debía permanecer en silencio. Igualmente, la congregación debía evaluar la autenticidad de las profecías (vv. 27-30).

Hay quienes consideran que no es espiritual valorar, o juzgar una palabra profética (v. 29). En realidad, lo que no es espiritual es descuidar esa valoración. Dios nos ha dado la Biblia y el discernimiento de espíritus con este propósito. Los dones espirituales deben operar en armonía para la protección de la congregación. La persona que ministra en los dones espirituales puede hablar, o guardar silencio (vv. 31-33). Es imprescindible que se usen los dones del Espíritu de una manera ordenada que refleje el amor mutuo y que glorifique a Dios.

2 – Practique una piadosa sumisión – 1 Corintios 14:34-40

A continuación, Pablo pasa a otro aspecto del desorden en la iglesia. Las esposas estaban haciendo preguntas e interrumpiendo el culto. (Era frecuente que las mujeres de aquel tiempo no tuvieran estudios.) Estas mujeres no se acercaban al esposo para susurrarles su pregunta. Siguiendo la tradición de la sinagoga, los hombres se sentaban en un lado del salón y las mujeres en el otro. Lo más probable es que estas mujeres hablaran en voz alta de un extremo al otro del salón, y crearan un caos. No obstante, es poco probable que Pablo le hubiera dicho a las mujeres que no podían cumplir papel alguno en la iglesia. En el texto de 11:45, reconoce que las mujeres profetizaban y oraban en la iglesia de Corinto, y no hace intento alguno de impedirlo (vv. 34-35).

Pablo termina su explicación sobre los dones espirituales, dirigiéndose a los que se habían ofendido por su enseñanza. Era posible que algunos de los que se consideraban más espirituales, porque hablaban lenguas, se resintieran por las reglas que él impuso. A Pablo no le preocupaba lo que estas personas pensaran, porque estaba seguro de que su mensaje procedía de Dios (vv. 36-38). El apóstol termina con un elogio a los corintios por el hecho de haber buscado los dones espirituales (vv. 39-40). Con todo, les advierte que cuando los usen, deben hacerlo para edificar a los demás creyentes y glorificar a Dios.

fuente: guia dominical tomo 6 – leccion 6

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